Iñíguez, Facundo - CRISTAL ENTRE YUNGAS
---$9.000---..
#03814
Temática: Poesía, Tucumán
ISBN: 9789878800257
Editorial: La papa. 2021
Idioma: Español
Tapa Blanda
70 páginas
Autor: Facundo Iñíguez
Cristal entre las yungas, de Facundo Iñiguez, contiene una apertura de prosa en la que alguien impetuoso reduce a leña un bosque para luego encenderlo y contemplar su consumación. A este poder destructor y renovador le sigue la visión aquietada de un jinete en sombras, quien comprende que la vida es un velero en el centro / de un océano rabioso; que las heridas no se curan y el tiempo es la columna de humo de aquel fuego disipado.
La contemplación de la naturaleza se detiene en paisajes reconocibles, entrañables. Así, en los versos depurados de “Soplidos del cañaveral”, la belleza del atardecer se perpetúa en la ceniza esparcida de las quemazones.
Iñiguez consigue un delicado equilibrio al inscribir el paisaje en el poema sin acudir a metáforas pretenciosas. A su eficacia lírica la obtiene en la levedad, ligada a la reticencia y la elipsis con las que logra una calibrada precisión en los versos, aún cuando cierta tensión asoma frente al intento de soltar las amarras del deseo de decir y callar. Esta contradicción surge asimismo en la percepción de las cosas: piedras, árboles, ríos, todo aquello invulnerable al paso del tiempo y al silencio que solo es posible / en el ruido / que lo envuelve.
A la visión de la naturaleza se agrega la reflexión sobre la escritura, que supone un modo de atestiguar, de caminar sobre un campo minado, invadido por la duda y el temor de caer al abismo. Y es indecente tristeza / la de quien / no se hace / un testigo; imagen del poeta consustanciado con aquello que ve en la espesura de la yunga o en la soledad del paisaje urbano. Un edificio se figura en el pucará desde donde avistar otras construcciones y seres condenados a la rutina hasta que se encienden las luces por la noche: luciérnagas estáticas/ del hormigón. En la ciudad desierta el poeta permanece atento más allá del fuego y su ceniza, acosado por el fantasma de su propia otredad que es un modo de continuar siempre en estado de poesía.
Guillermo Siles
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